PHOENIX — El 21 de febrero, Juan Carlos Rivera salió de su país natal en busca de mejores oportunidades para su familia en los Estados Unidos.
El colombiano dejó todo lo que conocía por la esperanza de una vida mejor en Estados Unidos. Dejó su país de origen e intentó cruzar la frontera suroeste de la Unión Americana para solicitar asilo.
Rivera trabajaba en la carnicería de su papá, pero en los últimos años, las ganancias de la tienda no fueron suficientes para mantener a su esposa y sus tres hijos, dijo su hermano Jhon Escudero.
Para aumentar sus ingresos, Rivera comenzó a conducir para una empresa de viajes compartidos, pero el dinero seguía escaso, dijo su hermano.
“Debido a los obstáculos financieros que enfrentaba aquí en nuestro país, le sugerí que se fuera y se fuera al norte”, comentó Escudero.
Rivera vendió su auto y compró un boleto de avión a través de México para llegar a la frontera entre Estados Unidos y México.
En ocho días, el hombre se despidió de su familia y salió de Bogotá, hizo escalas en Cancún y Guadalajara para después aterrizar en Mexicali.
Allí, Escudero dijo que un contrabandista recogió a Rivera y lo llevó a San Luis, Sonora.
La familia se había puesto en contacto con el contrabandista que les cobró $800 para guiar a Rivera a un lugar a lo largo de la frontera.
Rivera actualizó a su familia sobre su paradero durante todo el viaje, enviándoles fotos para que supieran que estaba bien.
“La última persona con la que tuvo contacto fue con su esposa, la llamó y le dijo que estaba a punto de cruzar, pero dijo que su teléfono tenía poca batería”, dijo Escudero. “Después de eso nunca más supimos de él”.
Nunca lo logró. Murió cerca de la frontera de Arizona.
Su muerte es el último incidente en una tendencia récord de migrantes que han muerto en el camino.
El hermano dijo que Rivera se quedó solo, a unos 200 pies del muro fronterizo cerca de un dique. Allí estaba para saltar la valla fronteriza, concretamente por una parte que tiene dos vallas, pero nunca lo consiguió.
“Lo que se cree es que en realidad trepó la primera cerca con éxito, y cuando estaba tratando de cruzar la segunda cerca, ahí perdió el equilibrio y probablemente se cayó”, comentó el teniente Marco Santana del Departamento de Policía de San Luis.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos, encontró el cuerpo de Rivera el 24 de febrero. Se contactó al departamento de policía para que llegara al lugar a las 8:19 a.m., ya que esa área es parte de su jurisdicción.
La policía cree que Rivera se golpeó la cabeza y murió poco después.
El Consulado de Colombia en Los Ángeles notificó a la familia de su fallecimiento al día siguiente.
Incremento de muertes de migrantes en la frontera sur
La muerte de Rivera es la más reciente en el número récord de personas que han muerto intentando llegar a los Estados Unidos.
En el 2021, al menos 650 personas murieron al migrar a Estados Unidos según la Organización Internacional para las Migraciones, la cifra más alta desde que la agencia comenzó a registrar muertes en el 2014.
Más de 200 migrantes han muerto a lo largo de la frontera de Arizona, según datos recopilados por el grupo de defensa Humane Borders en asociación con la Oficina del médico forense del condado Pima.
“La gente tiene que tomar una decisión imposible, nadie quiere irse de su país de origen, la mayoría de la gente no quiere a menos que tenga que hacerlo”, dijo Katy Murdza, gerente de defensa de la Campaña de Justicia de Inmigración en el Consejo Estadounidense de Inmigración.
Murdza dijo que el aumento de muertes se puede correlacionar con “disuasivos fallidos” impuestos por el gobierno de los Estados Unidos, como la creación del muro, el Título 42 y la política de Permanecer en México.
“Estas políticas no funcionan”, comentó. “Todo lo que hacen es empujar a la gente más y más hacia áreas más remotas y peligrosas, lo que provoca muertes y lesiones”.
La Patrulla Fronteriza respondió a un número récord de rescates en el año fiscal 2021, que va de octubre a septiembre. 12,854 personas fueron rescatadas por la agencia.
Ese número superó los cuatro años anteriores, que es hasta donde la agencia ha rastreado los datos.
En el 2020, el número de rescatados por CBP fue de 5,071.
El récord anterior fue en el 2019, con 5,335 rescates.
Las dificultades económicas, los desastres naturales, la corrupción y la violencia de las pandillas son las razones comunes por las que las personas intentan buscar asilo en los Estados Unidos, dijo Murdza.
Buscar asilo es legal, una ley internacional. Una persona debe estar en los Estados Unidos o en un puerto de entrada para solicitar la oportunidad de solicitar asilo.
El Comité Internacional de Rescate ha dicho que los solicitantes de asilo no pueden pedir una visa ni ningún tipo de autorización por adelantado, solo tienen que presentarse.
“La gente está tomando decisiones extremadamente difíciles entre varias situaciones peligrosas diferentes”, dijo Murdza. “Y me han comentado, que incluso si tienen que arriesgar su vida en el tren, o atravesando el desierto, cruzando un río, serán los mejores cambios para mí y mi familia que quedarme atrás”.
Esa es la misma razón por la que, a pesar de su dolor, dijo Escudero, vale la pena arriesgarlo todo por el bien de sus familias, que no hacer nada.
“Nada me va a devolver a mi hermano”, comentó. “Pero le digo a cualquiera que quiera viajar que si puede, que lo intente, porque al final del día esa es una decisión que tomarán desde el fondo de su corazón con la única intención de mantener a sus seres queridos”, agregó.
La familia está recaudando dinero para repatriar el cuerpo de Rivera a Bogotá, Colombia. Puede ayudarlos donando aquí.
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