ARIZONA, USA — Se pronostica congestión nasal, comezón en los ojos y muchos estornudos para los próximos días, para las personas con alergias en Arizona.
La idea de que Arizona es un paraíso para las alergias es un error común.
Los expertos dicen que Arizona se ha convertido y se convertirá en un estado aún peor para las personas con alergias debido a la megasequía en curso.
Las condiciones secas en gran parte de Arizona y los fuertes vientos desde el jueves por la tarde hasta el viernes por la mañana levantarán polvo a nuestra atmósfera.
La buena noticia es que los vientos se calmarán el viernes por la tarde, por lo que deberíamos sentir algo de alivio y no tener tanto polvo y tierra durante el fin de semana.
Se proyecta que las condiciones secas empeoren a medida que continúa la megasequía del estado, según expertos en salud pública en Arizona del Consorcio de la Sociedad Médica sobre Clima y Salud.
Un aumento de partículas en el aire provenientes del polvo, el humo de los incendios forestales y la contaminación no solo desencadenará las alergias de las personas, sino que también afectará a aquellos con enfermedades crónicas.
"La sequía conduce a condiciones más secas, lo que genera más polvo y suciedad en el aire", dijo el médico de emergencias del Valle, el Dr. Briam Drummond.
"Con la megasequía, los incendios forestales y el calor se genera polvo. Esa combinación pone más partículas en la atmósfera y la gente está respirando eso todos los días".
El polvo no será la única razón por la que las personas necesitarán tener cerca medicamentos para la alergia y pañuelos desechables durante las próximas dos semanas.
El polen de los árboles y con los fuertes vientos, solo empeorarán las cosas y se sumarán a la lista de culpables de las alergias.
Los niveles de polen se mantendrán altos durante el fin de semana y empeorarán a principios de la próxima semana.
El cambio climático causado por el hombre también continuará aumentando los niveles de polen en las plantas a medida que el mundo se vuelve más cálido en general.
"Las plantas alergénicas no mueren en el invierno gracias al clima cálido, por lo que tenemos una temporada de alergias mucho más larga de lo que solíamos tener", aseveró la enfermera de salud pública Ronda Seifert.
"En un mundo que se calienta con más dióxido de carbono, cada planta produce más polen que antes y la alergenicidad del polen, que es la forma en que los humanos son alérgicos a él, también ha empeorado".
Según Seifert, el creciente conteo de polen dará como resultado nuevas alergias en personas que nunca las han experimentado antes y aquellas que están acostumbradas a las alergias tendrán más dificultades.
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