PHOENIX — Tras dos años de tomar el suplemento “Artri Ajo King”, José Barajas Ochoa pensaba que moriría. El hombre de 69 años empezó a sentirse mal, fue hospitalizado varias veces y los doctores no podían determinar la razón.
“Estaba muy mal”, dijo Ochoa a 12News el jueves. “No podía comer y subí mucho de peso”.
La salud de Ochoa empezó a empeorar alrededor de dos años después de que empezó a tomar el suplemento. Le dijeron y leyó en el frasco que el suplemento contenía ingredientes “naturales”.
Había estado teniendo dolor en la espalda y cuello debido a cirugías previas y recuerda que se sintió mejor de inmediato cuando empezó a tomar las pastillas en agosto del 2021.
“Ayudan con el dolor, pero lo malo son las consecuencias que vienen después porque al final me puse muy mal”, recordó Ochoa. “Estaba hinchado por dentro y por fuera”.
La familia de Ochoa primero notó que su cara, cuello y estomago se habían inflamado. Fue cuando empezaron a cuestionar si algo estaba mal y lo llevaron al hospital varias veces, pero los doctores no le podían dar un diagnóstico.
Ochoa tenía dificultad para respirar y la inflamación se le paso a todo el cuerpo, los niveles de azúcar variaban, tenía nausea severa y problemas de presión arterial.
“No pensábamos que se recuperaría”, dijo Patty Reyes, hija de Ochoa, agrando que su papá también tenía altibajos emocionales.
“Hasta su humor cambió. Estaba muy irritable. Por ejemplo, intentabas preguntarle algo y estaba irritable y molesto al mismo tiempo, como si estuviera deprimido”, agregó Reyes.
La familia de Ochoa lo llevó con docenas de médicos durante meses. Finalmente fue diagnosticado con enfermedad Cushing, que es cuando el cuerpo tiene demasiada hormona cortisol durante mucho tiempo.
El diagnóstico fue claro hasta que un doctor de Bakersfield, California en Clínica Mi Pueblo revisó a Ochoa después de haber atendido a varios pacientes hispanos con síntomas similares.
Ochoa mencionó que el doctor de esa clínica fue el único que le preguntó si estaba tomando suplementos. Una pregunta que, según un estudio publicado en la Librería Nacional de Medicina, únicamente 17% de los doctores les hacen a pacientes latinos, de los cuales un 80% reportó usar suplementos de hierbas en el 2006.
“Ninguno de nosotros sabíamos que mi papá estaba tomando este medicamento hasta que el doctor le hizo ciertas preguntas”, agregó Reyes.
Ochoa compartió que un quiropráctico de México le recomendó el suplemento.
“Artri Ajo King” se promociona como una píldora “natural”, pero desde el 2012 la FDA ha emitido varias alertas en el producto.
Por medio de los análisis de laboratorio, la FDA confirmó que “Arti Ajo King” contiene diclofenaco, el cual se menciona en la etiqueta como uno de los ingredientes. Diclofenaco es una droga antinflamatoria sin esteroide, comúnmente conocida como NSAID. NSAID puede causar un incremento en el riesgo de eventos cardiovasculares como ataque al corazón, o ataque cerebral, dijo la agencia.
Los ingredientes escondidos también pueden causar serios daños gastrointestinales, incluyendo sangrado, ulceras, perforaciones mortales en el estómago e intestinos, según la FDA. El suplemento también puede interactuar con otros medicamentos y aumentar significativamente los riesgos de eventos adversos como toxicidad en el hígado y hasta la muerte.
La FDA dijo que el suplemento ha sido renombrado una docena de veces, algunos de los otros nombres incluyen “AK Forte”, “Reumo Flez”, “Reumofan Plus”, Ortiga Ajo Rey” y “KUKA Flex Forte”.
En apoyo de la seguridad publica y debido a que algunos de estos productos podrían estar disponibles en el mercado, la FDA emitió cartas de advertencia a Amazon, Walmart y Latin Food Markets por distribuir varios productos “Artri” y “Ortiga” no aprobados y con etiquetas incorrectas, según la agencia.
Walmart y Latin Food Markets emitieron retiros voluntariOs de los suplementos, pero muchos todavía se encuentran en tiendas locales. 12News encontró algunos en una hierbería local en Phoenix por alrededor de $30.
El padre de familia dijo que aun después de su diagnóstico y plan de tratamiento, su condición empeoró.
“Esa medicina también me causó diabetes y problemas de tiroides”, agregó Ochoa. “Estuve tomando medicamento para ambas cosas por mucho tiempo y ahora, ya no tengo el problema de tiroides ni diabetes tampoco”.
Ochoa creía que iba a morir, pero se siente recuperado en su totalidad y advierte a la gente a que no consuma esos suplementos.
“Usted no sabe lo que realmente le están vendiendo ni lo que contiene”, compartió. “Si un doctor no se lo receta, es mejor que no lo tome. ¿Quién los fabrica? Nadie sabemos. ¿Dónde los fabrican? Nadie sabe tampoco. Le cambian el nombre y es la misma fórmula”.