ARIZONA, USA — Mientras que la administración Biden continua con una ley de inmigración que permitiría la ciudadanía para los 11 millones de inmigrantes indocumentados en los Estados Unidos, las autoridades ya reportan un aumento en la actividad en la frontera sur del país.
El Servido de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos dijo que, desde principios del 2020, la Patrulla Fronteriza ha visto un aumento en intentos por cruzar la frontera sur, promediando 3,000 arrestos por día en enero del 2021.
Durante las últimas semanas, la travesía para los migrantes tratando de cruzar el desierto en Arizona ha batido récord.
El 2 de marzo, 13 personas murieron en un choque 50 millas al oeste de Yuma.
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Las autoridades dijeron que la camioneta llevaba 25 migrantes dentro y que había chocado después de haber cruzado la frontera por un hoyo en el muro. Otro vehículo con 19 pasajeros también logró entrar, pero fue detenido tras un incendio.
Un día antes del choque, el cual ha sido el choque en la frontera más mortal en récord, un padre y su hijo de dos años se escaparon de morir al ser rescatados por agentes de la patrulla fronteriza.
La Patrulla Fronteriza de Yuma hizo público un video que muestra al hombre en un canal cerca de la frontera Arizona-México con su hijo atado a su espalda.
Autoridades dicen que el par cruzó la frontera ilegalmente, cuando el padre trató de cruzar el canal, pero fue arrastrado por la corriente. Un helicóptero de rescate, agentes y civiles ayudaron que el padre y a su hijo estuvieran a salvo.
Aunque las autoridades dicen que ese tipo de incidentes van en aumento, el numero de migrantes que permanecen en los puertos de entrada en busca de asilo también esta en aumento.
“Biden, no se olvide de su promesa”, dijo una migrante esta semana mientras que cientos marcharon al puerto de entrada San Ysidro en Tijuana, Baja California, vistiendo camisetas que decían “Biden Let Us In”.
Este grupo de migrantes dijo que ellos no eran parte de ninguna caravana, ya que todos, individualmente llegaron hasta la frontera de Estados Unidos con México, dijeron. Pero el mensaje era el mismo. Buscan refugio en los Estados Unidos.
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“En nuestro pueblo hay mucha corrupción, mucho crimen, no se puede vivir así”, dijo Maria Guadalupe, una mexicana en el grupo en busca de asilo.
Para los migrantes, la única manera de sobrevivir esta en las manos de la administración Biden en lo que esperan que haya un cambio en el sistema actual de inmigración.
La propuesta de ley U.S. Citizenship Acto f 2021, la cual fue introducida en el Senado Federal por Bob Menéndez, demócrata de Nueva Jersey, y la Representante Linda Sánchez, demócrata de California y respaldada por el presidente Biden, incluye camino de ocho años hacia la ciudadanía para personas que están en el país sin documentos y que llegaron antes del 21 de enero de este año.
Las personas que califiquen pudieran obtener su residencia permanente por cinco años y esperar otros tres para solicitar su ciudadanía, actualmente la espera es de 13 años.
“Esto esta pasando debido a la señal que el presidente Biden está mandando a los inmigrantes ilegales”, dijo la Congresista republicana Debbie Lesko, referente al aumento de personas intentando cruzar la frontera.
Lesko dijo que esta de acuerdo con que el sistema de inmigración necesita cambios, pero que se opone a un camino a la ciudadanía para los inmigrantes indocumentados que se encuentra actualmente en Estados Unidos.
Una de las áreas en las que esta de acuerdo con el presidente es una parte de la propuesta que pide que se establezca un proceso para refugiados en Centroamérica.
“Necesitamos una política más humana para quienes quieren venir a los Estados Unidos e inmigrar legalmente o buscar asilo es que lo hagan desde sus países de origen”, dijo Lesko.
Mientras continua el debate sobre inmigración, los migrantes acampas en la frontera dicen que allí seguirán. Para ellos, dicen, es mayor el riesgo de permanecer en sus países que embarcarse en una larga travesía hacia Estados Unidos, aunque eso signifique riesgo de muerte.
“Hay muchos niños que están sufriendo, que están enfermos”, dijo Dago, un padre hondureño en la frontera. “Déjenos entrar porque queremos un futuro para nuestros hijos”.