MARICOPA COUNTY, Ariz. — El no haberse quedado en la cama de su casa, posiblemente salvó la vida de Samantha Cueva.
“Si hubiera estado en casa esa noche, no estaría viva parada aquí hoy”, dijo Cueva.
El sábado, un automóvil atravesó la habitación de Cueva y terminó en el pasillo de su casa en la comunidad india de Gila River.
Un fuerte estruendo despertó a la madre de Cueva. Su madre y el perro de la familia dormían en el extremo opuesto de la casa cuando el automóvil se estrelló alrededor de la 1:30 a.m. cerca de la calle 88 y la autopista Hunt.
La madre de Cueva inicialmente pensó que alguien había irrumpido en la casa, por lo que se encerró en su habitación. Pero de repente comenzó a oler a humo y cuando fue a investigar, vio la habitación de su hija envuelta en llamas.
“Mi mamá me llamó y pude escuchar la alarma contra incendios sonar. Le dije que saliera de la casa de inmediato”, comentó Cuevas.
Mientras que su madre y su amada mascota escaparon ilesas, los miembros de la familia que viven cerca escucharon el choque y corrieron a ayudar.
La familia vio humo, notó que la puerta ya no estaba y que un automóvil se estrelló contra la casa.
A medida que se acercaban, vieron a una mujer en el suelo cerca del auto.
“La ayudamos para alejarnos de las llamas”, dijo el miembro de la familia.
“Ella dijo que había alguien más en el auto, así que fuimos a ver, pero fue entonces cuando el auto explotó más, así que decidimos retroceder y arrastrarla un poco más”.
Las autoridades de la comunidad indígena de Gila River no confirmaron si había otros pasajeros en el automóvil en el momento del accidente, pero dijeron que la conductora fue llevada a un hospital.
La policía le dijo a 12News que el accidente aún está bajo investigación y que no han descartado la velocidad o la intoxicación como una posible causa.
“No hay excusa para que esto suceda”, dijo Cuevas. “Solo por sus acciones, y sin ser responsables, tenemos que pasar por el dolor de la pérdida de nuestra casa. Ahora no tenemos adónde ir.
Cuevas dijo que la familia había vivido en la casa durante siete años.
Lo que más le duele, dijo, es perder una cobija y un osito de peluche que tenía guardada la voz de su abuelo, quien murió hace dos años, un par de zapatos que usó su hermano cuando murió cuando tenía dos años y un vestido de bebé que ella tenía para cuando tuviera una hija.
“Si hubiera estado aquí esa noche, no estaría viva”, dijo Cuevas.
Cuevas tenía una cita con el médico para el bebé que espera (tiene 12 semanas de embarazo) . Si no hubiera decidido pasar la noche con mi novio, el auto la habría atropellado, agregó.
“Estoy feliz de estar viva, estoy feliz de tener a mi mamá y a nuestro perro vivos. Estoy agradecida por eso. Pero simplemente está mal porque quiero volver a casa y no queda nada”, dijo Cuevas.
La familia ha creado una cuenta de GoFundMe para ayudarlos a recuperarse.
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