PHOENIX — Se ordenó a tres residentes del Valle que paguen una restitución al Departamento de Seguridad Económica de Arizona después de que usaron las identidades de reclusos de varias prisiones para solicitar fraudulentamente ayuda por la pandemia.
La Fiscalía de Arizona anunció el jueves que tres acusados fueron condenados por su participación en un plan destinado a obtener beneficios de desempleo durante la pandemia de COVID-19.
Likishe Kelly de 43 años, de Phoenix, fue sentenciada la semana pasada a tres años de prisión después de declararse culpable de conspiración para cometer fraude electrónico y se le ordenó pagar $375,094 en restitución.
Christine Boston de 52 años de Mesa, fue sentenciada a tres años de prisión y se le ordenó pagar $97,596.
Boston estaba encarcelada en una prisión de Goodyear cuando comenzó a enviar información sobre otros reclusos a Kelly y Antoinette Coleman, de 36 años.
Kelly luego presentaba solicitudes de prestaciones por desempleo en nombre de Boston y otros reclusos.
Luego, Likishe Kelly compensaba a Boston depositando dinero en la cuenta del recluso en la tienda, dijeron los fiscales.
A lo largo del 2020, Kelly y los demás acusados presentaron hasta 42 solicitudes fraudulentas.
La semana pasada, Coleman fue sentenciado a cinco años de libertad condicional y se le ordenó pagar 19,678 dólares en concepto de restitución.
El monto total de la restitución al DES es de aproximadamente 492,000 dólares.
Los tres acusados no fueron las únicas personas que llevaron a cabo este tipo de esquema en Arizona.
El año pasado, tres personas fueron condenadas por utilizar a los reclusos de la cárcel del condado Pima para solicitar beneficios de desempleo durante la pandemia.
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