WASHINGTON — El juez de la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos, Stephen Breyer se jubilará al finalizar su término, según reportan varios medios.
La noticia la reporto inicialmente NBC News. La Prensa Asociada, NPR y CNN también confirmaron la jubilación citando a fuentes cercanas a la corte.
Breyer es uno de los tres jueces liberales que siguen en la corte y ha estado esquivando las preguntas sobre su jubilación desde que el presidente Joe Biden tomó el juramento de su puesto en enero del año pasado.
Pero su decisión de jubilarse en el 2022 les da a los demócratas una ventaja ya que podrían perder el control de una de las dos cámaras del congreso en las elecciones de medio termino en noviembre.
La Casa Blanca no confirmó los reportes sobre la jubilación de Breyer hasta el miércoles.
La secretaria de la Casa Blanca, Jen Psaki publicó un tuit poco después de que se supiera la noticia diciendo que el anuncio lo debería de hacer Breyer.
“Siempre ha sido la decisión de cualquier juez de la Suprema Corte si y cuando decidan jubilarse, y de que manera lo quieran anunciar, y continúa siendo ese el caso hoy. No tenemos detalles o informacion adicional que compartir”, dijo.
La jubilación de Breyer y su remplazo, un candidato seleccionado por Biden, no alterarán el balance ideológico de la corte, pero las nominaciones de la Suprema corte son suficientemente raras que siempre resultan en un tono batalla de tiempos polarizados políticamente.
Debido a que de los 6-3 mayoría conservadores en la Suprema Corte, los demócratas y activistas liberales se preocupan de la muerte del juez de 83 años o si llegara a ser forzado a jubilarse cuando los demócratas no estén en control del senado, la mayoría republicanos bloquearían a su sucesor asignado hasta que un presidente republicano tome el mando.
Los demócratas actualmente tienen control del senado con una división de 50-50 y la vicepresidenta Kamala Harris quien decide el desempate.
Breyer y la juez Ruth Bader Ginsburg se resistieron a dejar sus puestos la ultima vez que los demócratas controlaron el congreso y la Casa Blanca, cuando Barak Obama fue presidente. Ginsburg murió a menos de dos meses antes de la elección de Bide y en ese entonces el líder del Senado era Mitch McConnell siendo quien presionó para asignar a su sucesora, la juez Amy Coney Barrett en tiempo record antes de que Biden hiciera su juramento presidencial.
Antes de eso, en el 2016, McConnell no permitió que el presidente Barak Obama llenara la vacante en la Suprema Corte y mantuvo el puesto de Antonin Scalia vacante hasta la siguiente elección, la cual ganó Donald Trump y a más de ocho meses de la muerte de Scalia, asignó a otro juez.
Breyer ha servido en la corte desde 1994, cuando el entonces presidente Bill Clinton lo nominó para remplazar al juez Harry Blackmun cuando se jubiló.
Un ex profesor de Harvard y ayudante del senador Edward Kennedy en los 70s, Breyer ha estado entre las voces lideres de la Suprema Corte tendiendo cautela de que no se vea a los jueces como políticos con capas.
Mientras se dirigía a una audiencia en Harvard en abril, Breyer mencionó que “es equivocado pensar que la corte es otra institución política” y les pidió a simpatizantes que quieren extender la corte a que pensaran lo que quieren hacer de la institución.
Debido a la pandemia del coronavirus, Breyer ha pasado la mayor parte de su tiempo en su casa de Cambridge, Massachusetts, haciendo apariciones publicas por Zoom.
Todavía no se sabe cuando Biden nominara al remplazo de Breyer, pero Biden había prometido nombrar a una mujer negra a la Suprema Corte si se habría una vacante.
La juez Ketanji Brown Jackson, parece estar al frente de la candidatura al puesto, fue levada por Biden en el 2021 de una corte de juicio en Washington a una corte federal de apelaciones. Ella también trabajó como asistente jurídico de Breyer en la Suprema Corte.