PHOENIX — En 1998, el asesinato de Matthew Shepard conmovió el corazón de toda la nación.
El estudiante de 22 años de la Universidad de Wyoming fue brutalmente atacado y atado a una cerca a las afueras de Laramie, Wyoming.
Fue atacado porque era abiertamente gay.
“Matt era una persona. En realidad, no era el héroe de nadie, sino el nuestro”, dijo la madre de Matthew, Judy Shepard.
Judy todavía siente la pérdida de su gran héroe. La muerte de Matthew humanizó a las personas LGBTQ en todo el país.
“Fue todo el mundo. De toda la correspondencia que obtuvimos, fácilmente la mitad provenía del mundo heterosexual”, dijo Judy.
Su muerte fue un punto de inflexión para los estadounidenses petenecientes a la comunidad LGBTQ y en el 2009, el presidente Barack Obama promulgó la ley Matthew Shepard y James Byrd Jr, la ley de Prevención para Delitos de Odio.
La ley amplía la Ley de derechos civiles de 1968.
La Fundación Matthew Shepard fue pionera en la legislación federal sobre delitos de odio.
“Yo tenía la misma edad que Matthew y en ese momento todavía no me sentía cómodo conmigo mismo”, dijo Chris Chavez, codirector del Proyecto Laramie para Mesa Encore Theatre.
El Proyecto Laramie es una adaptación al estilo documental de la vida de Matthew.
Los miembros del Tectonic Theatre Project en la ciudad de Nueva York entrevistaron a la gente de Laramie sobre el asesinato de Matt y cómo afectó a la ciudad rural.
“El guión está tomado de más de 200 entrevistas a los miembros de la comunidad de Laramie”, dijo Chávez.
“La hermosa historia del Proyecto Laramie no debe relegarse solo a la comunidad gay porque realmente se trata de todos nosotros”, dijo Judy.
Tanto Chris como Judy dicen que, en muchos sentidos, el legado de Matthew es más que la lucha por los derechos en la comunidad LGBTQ.
“Si quita la historia de Matt, su sexualidad e inserta la historia de la raza o la religión, es la misma historia. Se trata de no aceptar o reconocer las diferencias de las personas. No respetar a las personas por lo que son. Juzgándolos por el color de su piel y no por el contenido de su carácter”, dijo Judy.
Ella recuerda conversaciones sobre los derechos de los homosexuales que ella y Matt tuvieron antes de su muerte.
“Matt y yo tuvimos una discusión el verano antes de que lo mataran en el 98 sobre el matrimonio homosexual en Hawai. Me dijo, ¿crees que alguna vez se me permitirá casarme con el hombre de mis sueños? Le dije a Matt, creo que ' lo veré en tu vida, pero yo no lo veré en la mía”, comentó.
Judy dice que los derechos LGBTQ han avanzado mucho en las dos décadas desde la muerte de su hijo, pero hay más trabajo por hacer.