PARIS, France — Durante las competencias de clavados en los Juegos Olímpicos de París, los clavadistas realizarán varios clavados en el transcurso del evento.
Así que, ¿por qué van directo a las duchas después de sus clavados cuando saben que van a volver a clavarse al agua después?
Esto algo que puede confundir a algunos fanáticos.
¿Por qué los clavadistas se bañan después de cada clavado?
En este caso, se trata de proteger sus músculos. Salir de la piscina después de un clavado hacia la plataforma de la piscina con aire acondicionado puede ser bastante frío y causar que se tensen sus músculos. Así que, típicamente, los clavadistas se enjuagan con agua más caliente de la que se clavaron y a veces se sumergen en un jacuzzi también. Los clavadistas quieren mantener sus músculos lo más calientes y sueltos posible para su próximo clavado.
Después de eso, es posible ver a los atletas secarse con una toalla pequeña a la que llaman un “shammy”.
Sí, ellos se volverán a mojar en su próximo clavado, pero a menudo los deportistas deben esperar un tiempo entre clavados mientras compiten los otros atletas. En un deporte acrobático que requiere tanta precisión del movimiento, tener clavadistas secos significa tener clavados más seguros y competitivos.
¿Qué tan fría es el agua?
Bajo unas nuevas reglas establecidas por FINA, el organismo rector de las competencias acuáticas internacionales, el agua de una piscina para clavados en los Juegos Olímpicos no puede tener una temperatura por debajo de 26 grados centígrados o 78.8 grados Fahrenheit, según las últimas regulaciones de la federación. En general, la competición debe tener una temperatura de entre 25 y 28 grados centígrados, o de entre 77 y 82.4 grados Fahrenheit.