SUN CITY WEST, Ariz. — Una historia conmovedora sobre una pareja del Valle, ellos son Dorothy y Charles Smith, a quienes recientemente se les diagnosticó con COVID-19. Los dos ahora luchan juntos contra el virus desde la misma habitación del hospital Sun City West.
La historia de amor comenzó mucho antes de la pandemia. Dorothy y Charles se conocieron en una pista de patinaje sobre ruedas en ya lejano 1948. Aunque Dorothy inicialmente lo rechazó, Charles la convenció para lo que sería estar juntos el resto de sus vidas.
“Finalmente me convenció, pero ahora mismo está roncando porque duerme”, le dijo a 12 News.
Desde sus camas de hospital, los dos se toman de la mano y se comunican con el tacto y con la ayuda de pizarrones blancos. Dorothy explica que tiene problemas de audición y que ya no puede entender mucho.
“Soy sus ojos, sus oídos y su voz, llevamos 70 años de matrimonio juntos”, agregó.
Hace solo una semana y media, la pareja se sentía cómoda en cuarentena en la casa de su hija en Peoria, cuando Dorothy dio positivo por COVID-19.
“Vine aquí el miércoles 15 y asomaron la cabeza por la puerta el jueves por la mañana y dijeron ‘eres positivo’ y luego entraron justo detrás de mí y dijeron que él era positivo también”, dijo.
Dorothy continuó explicando que debido a que Charles depende de ella para que lo ayude a comunicarse, la mejor manera de combatir el coronavirus es juntos día y noche.
“Lo superaremos lo mejor que podamos, sólo aguantaremos y haremos lo que se supone que debemos hacer y sé que estaremos bien, no tengo ningún problema con obedecer órdenes porqué entiendo. Él no. Así que debo entender todas las indicaciones para él y comunicarme con un tablero que tengo”, agregó.
A lo largo de los años, Dorothy admite que no han visto muchos obstáculos en bastante tiempo.
“En su momento, nos separaron por cuestión de trabajos, el trabajaba fuera de la ciudad durante dos semanas seguidas cuando estaba en un Holiday Inn cuando vivíamos en Mephis, por lo que se fue por dos semanas, volvía a la casa por dos días y luego se iba de nuevo por dos semanas” comentó.
Y aunque ambos han contraído el virus, esto no les impedirá seguir creando su propia historia de amor.
“Es estar el uno para el otro, él me idolatra y yo a él, todos los días” comentó Dorothy.
Ella recordó sus viajes familiares de campamento y todas las veces que se mudaron juntos por todo el país y, aunque descansan en el hospital, su legado familiar continúa floreciendo.
“Me volví grandiosa, grandiosa, grandiosa ahora, tenemos una nueva niña, y estoy muy emocionada, esto es grandioso, grandioso, grandioso. Es la esposa de mi hijo”, dijo.
Si bien no saben cuándo serán dados de alta del hospital, saben que su amor ha sido la mejor medicina en los buenos y malos momentos, tanto en la enfermedad y en la salud, y saben que juntos vencerán este virus.
“El matrimonio es una situación de toma y daca, tienes que dar algo y tienes que recibir algo”, añadió Dorothy.
Están agradecidos por el trabajo arduo del personal del Hospital Banner Del E. Webb Medical Center por su atención las 24 horas del día y por permitirles estar juntos a través de su obstáculo más difícil en más de siete décadas.