Con las elecciones de mitad de período del 2022 que se avecinan en noviembre y las primarias en desarrollo, anuncios políticos de candidatos ya están siendo transmitidos en todo el país. El ciclo electoral del 2020 fue el más costoso hasta el momento, con gastos en anuncios políticos de un total de 14.4 millardos de dólares en televisión, medios impresos y radio, una cifra que se estima que aumente en 2022.
Varios lectores de VERIFY nos preguntaron si estos anuncios que se transmiten en televisión tienen que ser objetivos. Dan nos envió un correo electrónico compartiendo su confusión luego de ver un anuncio donde se atacaba a un candidato de su preferencia, con información en contra a lo que él había leído sobre éste y nos preguntó si eso estaba permitido en televisión.
LA PREGUNTA
¿Los anuncios políticos deben ser objetivos para ser transmitidos en televisión?
LAS FUENTES
William Lee, Ph.D., Profesor emérito de la Escuela de Periodismo Georgia Grady
David Schultz Ph.D., Profesor de Derecho de la Universidad de Minnesota y Profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Hamline
LA RESPUESTA
No, los anuncios políticos en televisión no tienen que ser objetivos. La Primera Enmienda protege el discurso político en televisión, pero aquellos que producen estos anuncios pueden estar sujetos a demandas por difamación dependiendo de lo que el anuncio comunica.
Las cadenas de televisión y sus afiliados locales – tales como la ABC, NBC, FOX y CBS (así como Telemundo y Univisión) – no tienen permitido censurar o editar anuncios directamente del candidato. Existen diferentes normas para canales de cable como MSNBC o CNN, que pueden elegir cuáles anuncios transmitir y solicitar ediciones de los mismos. Pero en ambos casos, los políticos no tienen por qué comunicar información veraz en sus anuncios de campaña.
LO QUE ENCONTRAMOS
Seguramente has visto anuncios de campaña para políticos y te has preguntado cómo se les permite decir ciertas cosas en televisión. Los anuncios políticos están bajo unos parámetros diferentes que los comerciales que conoces, como los de medicamentos o productos, que pueden ser penalizados por el gobierno por difundir falsedades.
Los anuncios políticos son considerados discurso político, el cual está protegido por la Primera Enmienda. La Comisión Federal de Comercio (FCC) supervisa los anuncios de campañas e implementa normas para la programación política, como por ejemplo que se debe dejar claro quiénes son los patrocinantes y asegurar que los candidatos legalmente calificados tengan “tiempo equitativo”, pero no quiere decir que verifican la información que se transmite.
“La FCC generalmente no revisa o pre-aprueba el contenido de anuncios políticos antes de ser transmitidos, ni se asegura de la veracidad de los comentarios hechos por los candidatos y publicistas temáticos, o requiere que las televisoras y otros medios sujetos a regulación presenten todos los lados de las problemáticas, ni supervisa la naturaleza y extensión de la cobertura que reciben los candidatos individualmente en los programas de noticias,” nos explicó la agencia.
Cadenas de televisión como la NBC o CBS tienen requerido ofrecer (vender) tiempo de publicidad a todos los candidatos y no pueden alterar el contenido de los anuncios, incluso si éste es falso u ofensivo. Esto se conoce como “la ley de igualdad de oportunidades”.
“El congreso agregó a la ley de igualdad de oportunidades una provisión, que expresa que ningún canal de televisión puede censurar las ideas de un candidato”, advierte William Lee, Ph.D., profesor emérito de la Escuela de Periodismo Grady de la Universidad de Georgia. “Entonces, consecuentemente, los candidatos tienen la libertad de decir cosas muy indignantes o mostrar imágenes indignantes en sus anuncios televisivos.”
Las estaciones de televisión pueden colocar advertencias antes de un anuncio, notificando que éste puede contener material sensible, pero no pueden editar ni censurar el anuncio si éste fue producido por un candidato. Los canales pueden solicitar ediciones a anuncios producidos por PACS (Sistema de Archivo de Imágenes y Comunicación) o terceras partes, pero ésto raramente sucede.
“Ellos (los canales) pueden transmitir los anuncios con sus advertencias, y muchas estaciones hacen ésto cuando tienen en sus manos un anuncio extremadamente provocador, pero bajo la ley, están obligados a transmitirlos tal cual como los reciben del candidato,” explicó Lee.
“Mientras que las cadenas de televisión de noticias no pueden editar el contenido ni rechazar los anuncios, las cadenas de televisión de noticias por suscripción como Fox News y MSNBC no están sujetas a los mismos estándares. Tienen más libertad para determinar cuáles anuncios de campaña pueden aparecer en su programación,” nos aclaró Lee. Sus empresas propietarias pueden decidir si rechazar un anuncio o no, o solicitar ediciones a los mismos.
“Esto no implica que los políticos tienen rienda suelta de aparecer en televisión y mentir sin consecuencias'', advierte Lee. Si un candidato hace una declaración difamatoria acerca de otro candidato, pueden enfrentar demandas de difamación y acción legal, pero Lee dice que ésto es usualmente difícil de comprobar.
“La mayoría del lenguaje que escuchas en anuncios políticos no son hechos. Es más opinión, como por ejemplo, decir que mi oponente no está calificado o mi oponente es antiético,” nos comentó Lee. “Otra cosa muy distinta es decir que mi oponente es un criminal, lo cual es una declaración de hecho que puede ser difamatoria y comprobada. Entonces, en cuanto al terreno de libertad de expresión para los políticos y sus electores, es bastante libre la situación, con la diferencia de que si lo que dices es un hecho falso, se incurre en difamación y entonces eres sujeto de una demanda.”
Lee nos dejó claro que no son los canales de televisión los que recibirían las demandas de difamación, sino quien haya producido el anuncio.
David Schultz, Profesor de Legislación de Medios en la Universidad de Minnesota, explicó que los candidatos tienen permitido decir lo que quieren en sus anuncios porque un aspecto fundamental de la libertad de expresión, es el permitir a los electores, no al gobierno, el decidir lo que es cierto o no, y las estaciones de televisión no tienen la capacidad de censurar o moderar este debate.
“El razonamiento detrás de ésto es la idea de que los candidatos dicen lo que quieren y los electores tienen que buscar en este mercado de ideas y decidir qué es cierto y qué es falso,” explicó Schultz.
Lee y Schultz advierten que debemos desconfiar del contenido de los anuncios y fijarnos bien cómo están producidos. También ayuda el prestar atención en dónde vimos el anuncio, para entender mejor el proceso tras su aprobación – y recordar que las redes sociales son un terreno completamente diferente.
“Los candidatos y organizaciones pueden publicar lo que quieran en sus propios sitios web y redes sociales,” advirtió Schultz. “ Al final del día, un grupo determinado tiene el derecho por la Primera Enmienda de publicar en sus plataformas cualquier cantidad de cosas que quieran decir… entonces las reglas cambian dependiendo de dónde lo ves [el anuncio.]”
También puedes poner atención al mensaje y letras pequeñas hacia el final de los anuncios, los cuales te indican quién los creó.
“Al final de cada anuncio, donde el candidato busca obtener ese nivel especial de publicidad, el candidato debe aparecer en pantalla o a través de su voz diciendo, “Soy Mary Jones, y apruebo este mensaje”, explicó Lee. “Pero si se trata de un anuncio de una organización política independiente, el mensaje al final del anuncio debe de aclarar que no está afiliado con ningún candidato.”
También puedes revisar los archivos políticos del anuncio, (la FCC requiere que las transmisoras los publiquen), y ver quiénes los han financiado. Puedes buscar el archivo de tu estación de televisión local en fcc.gov, y mirar quién ha introducido el anuncio y cuándo.
“Realmente pon atención a quién está pagando por ellos,” defendió Lee. “Yo asocio la publicidad política con los vendedores de aceite de serpiente del siglo 19, que prometían varios elíxires que podrían resolver todos tus males y hacerte feliz fácilmente si este candidato es elegido, cuando no tiene nada que ver, diría yo. Mira todas estas cosas con una óptica extraordinariamente desconfiada.”
Versión original en inglés: No, political ads on TV aren’t required to be factual