PHOENIX — Por primera vez en la vida de Amy, ella tiene el control.
"Soy una sobreviviente", le dice a 12News. "Soy una sobreviviente de violencia doméstica. Algo que nunca pensé que sería. Soy libre, las cadenas se han ido".
En el 2016, Amy conoció a un hombre, pero en dos años comenzaron los abusos verbales y los celos.
Luego el asunto se volvió físico.
"Ira y coraje, controlando lo que podía usar y a quién podía ver", describió.
"Dormía en mi auto en el estacionamiento de Walmart o simplemente en algún lugar donde me sintiera segura lejos de él".
Aún así, ella volvió.
El número de casos de violencia doméstica va en aumento. Romper el ciclo no lo es.
"El promedio retrocede siete veces", dijo Amy. "Regresé nueve, diez, once veces".
Sin embargo, en diciembre pasado, en la víspera de Navidad, su miedo se convirtió en fuerza y se fue a buscar ayuda.
"Me había estado escupiendo, empujándome contra las paredes", dijo.
"Sabía que me iba a matar. Algo dentro de mí dijo que tenía que salir ahora. Así que llamé a dos de mis amigos, vinieron a buscarme y dormí en su sofá para Navidad. Sabía que era libre y sabía que nunca iba a volver. Tengo dos niños pequeños, uno de 11 años y otro de 13 años, sabiendo que no tienen que ver sus manos alrededor de mi cuello, no tienen que ver eso nunca más".
"Sepa que vale la pena y que se necesita ayuda", dijo LaShunda Jones.
Jones trabaja con la Misión de Rescate de Phoenix.
Ella dijo que el miedo y la vergüenza pueden evitar que alguien en una situación de violencia doméstica deje a su abusador.
"Se necesita coraje para admitirle a alguien que, bueno, esta es mi situación", dijo Jones.
Phoenix Rescue Mission actualmente atiende a personas sin hogar, que sufren abuso de sustancias, violencia doméstica y algunas mujeres que provienen del tráfico sexual.
El centro cuenta actualmente con 93 mujeres y 30 niños y atiende a más mujeres que se han encontrado en una situación de violencia doméstica.
"Creo que las mujeres están empoderando a otras mujeres ahora", dijo. "No hay vergüenza, las mujeres están hablando con mujeres diciendo que esto también me pasó a mí. Sé que vales la pena y necesitas ayuda".
Es un desafío para alguien romper el ciclo de abuso, pero dijo que aquellos que lo hacen salen del otro lado fuertes y llenos de vida. Ella sabe que hay más hombres y mujeres que pueden necesitar ayuda y quiere ayudarlos.
"Te lo mereces, mereces ser mejor", dijo.
Amy ahora se da cuenta de eso y dijo que está celebrando su segunda oportunidad en la vida.
"Me describiría a mí misma como creciendo", dijo.
"Soy más fuerte de lo que he sido en años; soy lo más feliz que he sido en años. Mi mensaje es salir", dijo.
"Fuera. Es más fácil decirlo que hacerlo. Lo sé. Pero salga, llame a la línea directa y llame a Phoenix Rescue Mission. Hay libertad al otro lado".
Si necesita ayuda, puede ir a Phoenix Rescue Mission, también puede llamarlos al 833-467-3749. También puede marcar el 211.
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