PHOENIX — Desde temprana hora y con el fuerte calor que caracteriza al mes de junio, se dieron cita miles de aficionados de los Phoenix Suns, ríos de gente aparecían por las calles aledañas, pintando de morado y naranja las banquetas del centro de la ciudad. Sin importar las temperaturas por encima de los 100 grados los fanáticos tenían la encomienda de aguantar, porque les esperaba una gran fiesta.
La gente tuvo la corazonada de que los Phoenix Suns iban a reaccionar y despegarse del empate que hasta antes del compromiso estaban 2-2 en las hostilidades.
Beat LA! Beat LA! se escuchaba a todo pulmón en todo lo alto. Fue entonces cuando al interior, y con una Arena abarrotada con 16,000 personas, todo fue mágia y explosión.
Los Phoenix Suns dominaron de principio a fin. Los Angeles Lakers comenzaron con muchos problemas el partido ya que su estrella, Anthony Davis no jugó en este crucial juego 5 del martes en la serie de primera ronda debido a una distensión en la ingle, anunció el equipo.
Markieff Morris comenzaró en el lugar de Davis, y de inmediato se vio la diferencia en el encuentro.
Davis se lastimó la ingle al final del segundo cuarto del Juego 4 y no regresó después del medio tiempo, abriendo la puerta para que los Suns, pudieran empatar la serie en ese momento.
Ya en las acciones de esta noche todo fue poder y puntos, Devin Booker lució en el primer cuarto. La electricidad se sentía en todos los rincones. Logró 18 unidades en el primer cuarto y 30 en total.
Los Suns limitaron a los Lakers a solo 10 puntos en el segundo cuarto para tomar una enorme ventaja de 66-36 en el medio tiempo. La ventaja de 30 puntos a la mitad fue la ventaja más grande para los Suns en un juego de playoffs en la historia. También fue el mayor déficit al que se había enfrentado LeBron James en los playoffs en el medio tiempo.
Los Suns apretaron el acelerador con mucha fuerza en el tercer cuarto, pero hubo un momento aterrador y con mucha tensión a la mitad del cuarto cuarto, cuando Chris Paul cayó con fuerza a la duela en un rebote, agravando su lesión en el hombro de aquel Juego 1. Se llevó las manos al hombro y se tiró en la duela con un gesto de mucho dolor.
Sin embargo, el veterano volvió al juego para disparar sus tiros libres antes de que lo sacaran por el resto del partido, ya que los Suns tenían una ventaja de 35 puntos. Su estado para el Juego 6 es incierto.
Phoenix siguió jugando por nota, llevándose la victoria 115-85.
Los Suns pueden ganar la serie con una victoria el jueves en Los Ángeles. Si los Lakers ganan y fuerzan un Juego 6, regresarán a Phoenix para el Juego 7 y definitivo el próximo sábado.
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