CHANDLER, Ariz — Melinda Mills aún no está segura de dónde vivirá a finales de mayo.
Su arrendador le ha dicho a Mills que su contrato de arrendamiento no se renovará este año, lo que los dejará a ella y a su esposo sin otras opciones de vivienda asequible.
Ante el aumento vertiginoso de los precios de la vivienda, cada vez más compradores e inquilinos terminan en una situación similar a la de Mills. Se sienten expulsados del mercado de Phoenix por el aumento de los costos de vida.
La situación puede ser particularmente tensa para personas como Mills y su esposo, quienes viven con una discapacidad y dependen de un ingreso fijo.
“Literalmente no tenemos a dónde ir”, mencionó Melinda Mills, quien está tratando de encontrar un nuevo lugar para vivir en el Valle.
Mills, de 54 años y su esposo, Peter de 67, han estado viviendo cerca de las calles Warner y Dobson durante los últimos 10 años.
Ambos usan sillas de ruedas para moverse. Alquilan un condominio de dos habitaciones en Chandler que cuesta alrededor de $1,395 por mes.
Pero en enero les dijeron que su contrato de arrendamiento no se renovaría. Les dijeron que se mudaran a fines de mayo.
“En un mercado inmobiliario que es imposible en este momento”, aseveró Melinda Mills.
Consideraron comprar un lugar, pero no pueden pagarlo.
“Los condominios cuestan más de $300,000 cuando costaban $150,000 hace dos años”, dijo Melinda.
Dijeron que juntos reciben menos de $2,000 al mes del Seguro Social.
Alquilar en la zona también ha sido difícil.
“Estamos viendo que hay departamentos en renta de más de $2000”, dijo Melinda.
Su situación no es única.
Nicole Lorig es una agente de bienes raíces que ha estado tratando de ayudar a la pareja. Trabaja para HomeSmart Lifestyles.
“Melinda y Peter son como muchos otros compradores. Están siendo excluidos del mercado inmobiliario para comprar, así como también en el mercado de alquiler”, dijo Lorig.
Según el Servicio Regional de Listado Múltiple de Arizona, el precio medio de cotización del estado ha aumentado más del 43% en los últimos dos años.
Eso hace que las opciones para los compradores de bajos ingresos sean escasas.
“Ahora es Ir a Coolidge, ir a Florence, Maricopa, donde las casas son más baratas”, sugirió Lorig.
La ciudad de Phoenix está tratando de ayudar.
En febrero, el concejo municipal aprobó incentivos para que los propietarios aceptaran más solicitantes de bajos ingresos. El incentivo para propietarios se elevó de $500 a $2,000 para los propietarios que aceptan pagos de asistencia de vivienda de la Sección 8.
Los Mill tienen menos de dos meses para encontrar un nuevo lugar para vivir.
Han creado un GoFundMe para gastos de mudanza.
Hay recursos limitados para asistencia de vivienda y alquiler para personas con discapacidades en Arizona.
Se alienta a aquellos que necesitan asistencia a solicitar viviendas de la Sección 8 o oportunidades de vivienda pública. Según los informes, los solicitantes se enfrentarán a una lista de espera posiblemente larga para recibir asistencia.
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