PHOENIX — Se celebran casi cinco siglos de las apariciones de la Virgen de Guadalupe a Juan Diego en el cerro del Tepeyac.
Dichas apariciones convirtieron a millones de indígenas al catolicismo en México y hoy en día la fe y la tradición se hace notar en todo el mundo.
El 12 de diciembre se conmemoran las apariciones de la Morenita del Tepeyac y durante el fin de semana antes, por fe o por tradición, el aroma a rosas al igual que el son del mariachi y las danzas de los matachines, se hacen presentes en el mundo entero.
“Las fiestas de Nuestra Señora de Guadalupe son como un regalo. Hay folclor, hay color, hay vida. Pero cuando se abre el regalo, el regalo nos enseña a profundizar nuestra fe para amarla. No nos quedamos con el mariachi, no nos quedamos con la danza, nos lleva a entender la alegría de Dios que está en nosotros. Y profundicemos el evangelio porque quien conoce el evangelio, conoce a Cristo”, expresó Padre Andrés Arango, párroco de la iglesia de St. Williams en Avondale y la Misión Santa María de Guadalupe en Phoenix.
Y para que las celebraciones crezcan, es importante que la comunidad se involucre.
Tal es el caso de un feligrés del ministerio Guadalupano de St. Williams y la misión que trabaja en la organización del Festival Guadalupano y de las actividades del 12 de diciembre.
“Para mí es importante que todos los feligreses se unan porque puede haber una transformación. Y no nomás eso, porque es nuestra virgen, es nuestra madre. Todos como comunidad nos apoyamos para hacer esta celebración bonita”, dijo el líder del Ministerio Guadalupano, Adrián Castillo.
Para Castillo la festividad religiosa es muy importante ya que al entrar por primera vez a la Misión de Guadalupe "la primera persona que vió fue la Virgen de Guadalupe", y la imagen lo atrajo hacia ella desde entonces.
“Ahora mis cinco hijos son servidores del Ministerio Guadalupano y eso nos ha unido como familia, también mi esposa. Ya como familia estamos bien unidos, por eso es muy importante que todos los feligreses cualquier ministerio que puedan servir, le hago ese llamado”, mencionó Castillo.
Llamado al que hace eco el Padre Arango, pero muy en particular a los jóvenes, el futuro de la iglesia y de la sociedad.
“La Virgen de Guadalupe escogió a San Juan Diego, en su tiempo un joven, Hoy escoge a tantos niños que están aquí”, dijo el párroco durante la celebración eucarística. “Que Dios todo poderoso a través de la Virgen de Guadalupe bendiga a todos nuestros niños/niñas para que crezcan con amor, en amor a Dios”.
El sacerdote dijo que dicha celebración es esperanza para una comunidad que tiene un futuro por delante, sin olvidar el pasado, acogiéndolo como parte de lo que son.
“El valor de la Virgen de Guadalupe para nosotros tiene que ser una oportunidad para crecer nuestra historia. Tenemos unas raíces y no hay razón como migrantes, como mexicanos, como hispanos de avergonzarnos. Por el contrario, hay mucho para estar orgullosos de nuestra historia y de nuestra fe. Es un momento especial para celebrar el presente. Porque el presente significa la vida porque el futuro nos habla de esperanza. Y a quien no le gusta señar por eso entonces el sueño esta vivo y la virgen de Guadalupe nos ilumina”, concluyó el párroco.
Festival Guadalupano 2023 en Phoenix
