PHOENIX — Nota del editor: El video de arriba es de un noticiero del 30 de mayo.
Con 5 pies y 11 pulgadas de alto, Darryl Blackmon era grande para sus 13 años y tenía el sueño de algún día llegar a jugar en la Liga Nacional de Futbol (NFL por sus siglas en inglés).
Ese sueño se vio truncado, ya que el adolescente murió a las pocas horas del martes en el hospital.
“Ya sabe a que universidad quiere asistir. LSU o Alabama”, compartió su mamá Marquita Mays.
El equipo de fútbol americano con el que Darryl juega, los Jr. Buffs, son de Denver y viajaron a Phoenix para participar en un torneo. Después de una gran victoria el sábado, el equipo quiso celebrar nadando en la alberca de un Embassy Suites cerca de la calle 24 y Thomas Road.
“El también dijo que quería comer. Así que caminamos del otro lado de la calle para comprarle unos tacos”, explicó Mays.
El salir por comida por 10 minutos se convirtió en una pesadilla para los padres de Darryl al regresar al hotel.
“Estaba lleno de bomberos, policías y la ambulancia”, dijo Mays. “Me metí por entre la gente y mi bebé estaba en el piso. Le estaban dando compresiones en el pecho”.
Darryl por poco se ahoga y fue trasladado al hospital. El joven murió a las pocas horas del martes, según informó su familia.
No está claro que fue lo que sucedió o por cuanto tiempo estuvo bajo el agua. Él estaba inconsciente cuando lo sacaron. Testigos empezaron a realizarle reanimación cardiopulmonar antes de que los paramédicos se encargaran.
Lo llevaron de inmediato al Hospital de Niños de Phoenix (Phoenix Children’s Hospital) pero no se recuperó.
Y para agregarle a la pesadilla, el vehículo de la familia se calentó y se descompuso tras un viaje de 13 horas desde Denver.
Los amigos del equipo Jr. Buff se unieron para crear una página GoFundMe para ayudar con las reparaciones del auto y hospedaje de la familia.