WASHINGTON D.C., DC — Donald Trump comenzó 2022 en un buen momento. Los candidatos de las primarias acudían en masa a Florida para cortejar al expresidente en busca de un codiciado respaldo. Sus mítines atraían a miles. Un conjunto de investigaciones en su contra no llamaba la atención del público en gran medida.
Un año después, Trump enfrenta una realidad muy diferente.
Está envuelto en investigaciones penales que podrían terminar en encausamientos. Ha sido responsabilizado del decepcionante desempeño de los republicanos en las elecciones de noviembre. Y aunque ahora es un aspirante declarado a la presidencia de Estados Unidos, las seis semanas desde que lo anunció han estado marcadas por crisis autoinfligidas. Trump no ha realizado ni un acto de campaña y prácticamente no sale de los confines de su club Mar-a-Lago, en Florida.
En lugar de mantener a raya a sus posibles rivales para 2024, estos parecen cada vez más envalentonados. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, que recientemente obtuvo una contundente victoria que le dio la reelección, es visto cada vez más como el competidor más formidable que enfrenta Trump.
El atenuado anuncio de campaña de Trump ha hecho que incluso sus exincondicionales se pregunten si habla en serio sobre otra candidatura para llegar a la Casa Blanca.
“Hubo una película llamada ‘Failure to Launch’ (literalmente ‘Fracaso en el lanzamiento’). Creo que así ha sido el proceso de la postulación de Donald Trump hasta ahora. Efectuó el anuncio y no ha hecho nada para respaldarlo desde entonces”, dijo Michael Biundo, un agente político republicano que asesoró la campaña de Trump en 2016, pero que ahora no está participando.
“¿Cuál campaña?”, preguntó Dan Eberhart, donante republicano desde hace tiempo, que donó 100.000 dólares para apoyar el intento de Trump de ser reelegido en 2020, pero ahora está inclinándose por DeSantis. “El lanzamiento anticipado de Trump parece más una reacción al desempeño mejor a lo esperado de DeSantis y una estrategia jurídica contra un enjuiciamiento que una campaña política”.
Los funcionarios de la campaña de Trump insisten en que han pasado las semanas desde su anuncio del 15 de noviembre desarrollando metódicamente una operación política. El exmandatario, señalan, lo dio a conocer apenas antes de la temporada navideña, cuando los políticos suelen preferir pasar desapercibidos, y lo hizo en forma inusualmente adelantada, lo que le da mucho tiempo para prepararse.
“Este es un maratón y nuestro plan de juego está siendo implementado por diseño”, dijo Steven Cheung, portavoz de Trump.
“Estamos reuniendo también equipos de alto nivel en los estados de votación anticipada y ampliando nuestra operación masiva de datos para asegurarnos de dominar en todos los frentes”, agregó. “No vamos a seguir el juego de los medios de prensa que trata de dictar cómo hacemos campaña”.
Trump también se defendió de las críticas sobre el lento inicio de su campaña. “Los mítines serán más grandes y mejores que nunca (porque nuestro país está yéndose al infierno), pero es un poco pronto, ¿no creen?”, escribió en su sitio de redes sociales.
A pesar de que no ha realizado eventos de campaña, el expresidente ha generado controversia de todos modos.
Están los casos de su cena con un nacionalista blanco y el rapero anteriormente conocido como Kanye West, que ha efectuado infinidad de comentarios antisemitas y de presuntas conspiraciones; sus insinuaciones de que se deroguen partes de la Constitución para que él pueda regresar al poder; y el “gran anuncio” que resultó ser el lanzamiento de tarjetas de colección digitales de 99 dólares que no benefician a su campaña.
Desde que se postuló de nuevo a la presidencia, también ha enfrentado una serie de derrotas jurídicas, incluida la designación de un fiscal especial para supervisar la investigación del Departamento de Justicia sobre la presencia de documentos secretos en la mansión de Trump en Florida, al igual que aspectos clave de una investigación por separado que involucra los intentos de Trump para revocar los resultados de las elecciones de 2020. La compañía homónima de Trump fue declarada culpable de fraude fiscal el mes pasado por ayudar a sus ejecutivos a evadir impuestos sobre privilegios extravagantes. En Georgia, un jurado investigador especial parece estar por concluir su trabajo de investigación sobre los intentos del Trump por permanecer en el poder en las postrimerías de su presidencia.
Los posibles rivales de Trump han pasado meses sentando las bases para sus propias campañas, visitado estados de votación anticipada, hablado ante grupos conservadores y desarrollando la clase de relaciones que pudieran beneficiarlos en el futuro.
Bob Vander Plaats, presidente y director general de The Family Leader, un grupo conservador con sede en Iowa, mencionó a republicanos como el exvicepresidente Mike Pence, el exsecretario de Estado Mike Pompeo y la exembajadora ante la ONU Nikki Haley, quienes han visitado el estado varias veces.
“Han hecho el trabajo inicial que se necesita para estar frente a los habitantes de Iowa, y son muy bien recibidos”, dijo, haciendo notar que el período desde que Trump anunció su candidatura ha sido “inusualmente tranquilo. En muchos sentidos, se siente como que es el anuncio que ni siquiera sucedió, o da la impresión de que no sucedió, porque no hubo una expectación inmediata... No escucho que las personas en la calle digan: ‘Estoy ansioso de que Trump se postule’. ‘¿Te enteraste del anuncio de Trump?’”
Él considera que el pobre desempeño de algunos candidatos respaldados por Trump en las elecciones intermedias de 2022 fue un “aviso de precaución”, y dijo que incluso los partidarios de Trump están abiertos a respaldar a alguien más en la contienda de 2024.
“Para el presidente, creo que definitivamente tendrá que ganarse la nominación”, añadió.
A pesar de sus vulnerabilidades, en esta etapa temprana Trump sigue siendo el aspirante republicano que va al frente. Si bien se lo considera que podría ser derrotado en un enfrentamiento entre sólo dos contendientes, probablemente se beneficiará de que haya un grupo nutrido de aspirantes que divida los votos anti-Trump, tal como hizo cuando se postuló y ganó en 2016.
Pero Biundo, el exasesor de campaña de Trump, dijo que, después de ver a posibles candidatos como Pence visitar los estados de votación anticipada, él también cree que hay muchas posibilidades de que el nominado del partido sea cualquiera de los aspirantes.
“No creo que Donald Trump la tenga asegurada. No creo que Ron DeSantis la tenga asegurada. No creo que nadie la tenga asegurada”, dijo. “En este momento, las primarias están para cualquiera”.
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