PHOENIX — El presidente Joe Biden calificó el lunes a la nueva variante de COVID-19 llamada ómicron como un motivo de preocupación pero "no un motivo de pánico" y dijo que no estaba considerando ningún bloqueo generalizado en Estados Unidos.
Instó a los estadounidenses nuevamente a vacunarse por completo, incluidas las vacunas de refuerzo y pidió seguir usando las cubiertas faciales en interiores estando en lugares públicos para frenar la propagación.
El lunes en la Casa Blanca, Biden dijo que era inevitable que la nueva variante llegara a Estados Unidos, pero también dijo que el país tiene las herramientas necesarias para proteger a los estadounidenses, en particular con las vacunas aprobadas y las inyecciones de refuerzo.
"Cuando llegue la variante ómicron, porqué lo hará, Estados Unidos se enfrentará a esta nueva amenaza tal como nos hemos enfrentado a las que la precedieron", dijo Biden.
Hizo un llamado a los aproximadamente 80 millones de estadounidenses no vacunados de 5 años en adelante para que se vacunen y al resto del país para que busquen vacunas de refuerzo seis meses después de su segunda dosis.
También alentó a todos a volver a usar cubiertas faciales en todos los entornos públicos cerrados, una precaución contra la pandemia que ha dejado de usarse en gran parte del país.
A Biden se le unió el Dr. Anthony Fauci, el principal experto en enfermedades infecciosas de la nación y asesor de COVID-19 del presidente, quien dijo el lunes por la mañana que los científicos esperan saber en la próxima semana o dos que tan bien protegen las vacunas COVID-19 contra la variante ómicron y lo peligrosa que es en comparación con cepas anteriores.
La nueva variante plantea la última prueba a los esfuerzos de Biden para contener la pandemia, mitigar sus impactos en la economía y devolver una sensación de normalidad a los Estados Unidos durante la temporada navideña.
"Esta variante es motivo de preocupación, no de pánico", sentenció Biden.
La semana pasada, Biden tomó medidas para restringir los viajes desde Sudáfrica y otros siete países del sur de África.
Ahora trata de dárles a los científicos tiempo para aprender más sobre la nueva variante y para que más estadounidenses se vacunen antes de que llegue a los Estados Unidos.
Algunas otras naciones están restableciendo cierres severos para viajes y negocios para evitar que la variante ómicron se propague, pero Biden indicó que Estados Unidos no estaba siguiendo ese ejemplo.
"Si las personas están vacunadas y usan su cubiertas faciales, no hay necesidad de encierros", comentó el mandatario.
La medida para limitar la mayoría de los viajes desde los países donde se identificó por primera vez la variante ómicron tenía la intención de proporcionar tiempo para que Estados Unidos conociera más sobre la variante e "intensificar" la campaña de vacunación nacional, compartió Fauci el lunes por la mañana.
"Te da un par de semanas porque si puedes mantener las cosas en vigor durante un par de semanas, puedes hacer muchas cosas", agregó.
Las compañías farmacéuticas ya están ajustando sus vacunas COVID-19 existentes para atacar mejor la variante ómicron, pero Fauci dijo que los estadounidenses deberían tener como prioridad recibir sus primeras inyecciones o una dosis de refuerzo ahora, en lugar de esperar una nueva fórmula.
“Sugiero encarecidamente que busquen un refuerzo”, dijo.
Agregó que, dependiendo de lo que los científicos aprendan sobre la variante ómicron en las próximas semanas, "puede que no necesitemos" refuerzos específicos para contener esa cepa del virus.
Biden dijo que su administración "no escatimó esfuerzos para eliminar todos los obstáculos para mantener a salvo al pueblo estadounidense", incluido el trabajo con los fabricantes de medicamentos en posibles nuevos impulsores y las pruebas dirigidas específicamente a la nueva variante.
Cualquier vacuna específica para la variante ómicron probablemente no podría comenzar a producirse hasta dentro de dos o tres meses, por lo que obtener refuerzos ahora es una "línea de defensa inicial muy importante", dijo el Dr. Paul Burton, director médico del fabricante de vacunas Moderna el lunes.
Burton dijo que Moderna y otras compañías de vacunas están probando las vacunas COVID-19 existentes para determinar qué tan efectivas son contra la variante ómicron.
“Si necesitamos fabricar una variante específica de ómicron, nos llevará algunas semanas, probablemente de dos a tres meses es lo que estamos buscando para poder comenzar a fabricarlas”, agregó Burton.
Al señalar que la nueva variante, como las anteriores, surgió en el extranjero en áreas con tasas de vacunación más bajas, Biden dijo que era un imperativo moral y el interés propio de Estados Unidos acelerar las vacunaciones globales.
Señaló que Estados Unidos ya ha donado más de 275 millones de dosis, más que el resto del mundo combinado, y está en camino de entregar más de 1,100 millones de dosis a nivel mundial para septiembre del 2022.
"Ahora necesitamos que el resto del mundo también dé un paso al frente", dijo Biden. "No podemos ceder hasta que el mundo esté vacunado", aseveró.
Prensa Asociada contribuyó con este informe.
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