PHOENIX — Nota del editor: El video de arriba es de un noticiero de septiembre.
El estado busca la pena de muerte para Rachel Henry, quien la policía dice que metódicamente mató a sus tres hijos en enero. Los tres niños eran menores de 4 años.
Según documentos judiciales, Henry presuntamente asfixió a los niños uno por uno, empezando con la niña de un año, mientras que su tia iba por el padre de los niños al trabajo alrededor de las 2 p.m. del 20 de enero.
“Nunca más los veré sonreír, reír”, dijo Pedro ríos, padre de los tres niños asesinados, después de que Henry fue arrestada.
En el aviso de que buscarán la pena de muerte, el estado dijo que expondrán los agravantes factores en el caso para buscar la pena de muerte.
Los detalles de los asesinatos son grotescos.
Mientras que Henry presuntamente asfixiaba a la primera niña, la bebé de un año pateaba y el niño de tres le gritaba, “no” en su esfuerzo por detenerla. El niño empezó a golpearla, pero Henry no accedió.
Presuntamente, después Henry persiguió al niño de tres años por el cuarto hasta que la tia y el padre regresaron a casa, alrededor de las 3 p.m.
“Preguntaba ‘¿Dónde está Miraya?’ y [Rachel] dijo, ‘está tomando una siesta’”, recuerda Ríos.
“No pensé nada. Tomaban siesta todos los días”, dijo Ríos. “Que tipo de persona en su sano juicio pensaría algo diferente?”
La policía dijo que Rachel Henry después confeso haber asfixiado a Miraya en el otro cuarto.
Presuntamente después siguió con los otros dos niños, asfixiándolos mientras les cantaba.
A principios de septiembre año la tia abuela de los niños asesinados, Perla Rebollo, programó una video llamada con Rachel Henry, quien se encuentra detenida. Durante esa llamada, le reclamó a Rachel sobre los asesinatos.
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“No se que estaba pasando”, dijo Henry. “Te dije que sentía que estaba perdiendo la cabeza, porque no entendía porque ustedes, porque todos actuaban de la manera que lo hacían. Yo no lo hice, estaba drogada. Estaba asustada, y no sabia de lo que hablaba”.
Cuando Rebolledo la presionó más, Henry le dio otra razón de sus acciones.
“Tienes idea de las ganas que tenia de salir a la tienda? Quería salir. Quería hacer esto y aquello. Tú decías que no me podían ver con Francisco. Me decías que no podía ir a la tienda por los niños y esto y aquello. Estaba atrapada en la casa y sentía que me estaba volviendo loca”, dijo Henry.
Henry se declaró no culpable a los cargos de asesinato en primer grado.
En febrero, Zane, Mireya y Catalaya fueron sepultados en Paden, Oklahoma, un pueblo cerca de donde la familia es originaria.