CHANDLER, Ariz. — Luego de que un caso de crueldad animal de alto perfil conmocionó al valle a principios de este año, la ciudad de Chandler adoptó una nueva ordenanza para ampliar la definición de crueldad animal y fortalecer la capacidad de la ciudad para responder.
Más de 50 perros fueron rescatados de la casa de una mujer de Chandler, desde donde ella dirigía un centro de rescate animal. Muchos de los perros fueron encontrados en lo que la Arizona Humane Society describió como condiciones "deplorables".
Según la ordenanza actual, se permite confiscar animales si hay pruebas de crueldad, pero sólo se pueden confiscar cuando el tribunal determina "maltrato cruel, negligencia cruel o abandono".
Los críticos encontraron que este alcance limitado significaba que los animales a menudo eran devueltos a sus dueños a pesar del abuso.
Con la nueva ordenanza, hay más circunstancias en las que se puede confiscar un animal y garantiza que todos estos casos serán escuchados ante un tribunal para determinar si el animal estaba siendo abusado.
Las nuevas reglas también tipificaron el acaparamiento de animales como un delito y lo definieron como "situaciones en las que la acumulación de una gran cantidad de animales por parte de un propietario ha superado su capacidad de proporcionar estándares mínimos de nutrición, saneamiento o atención veterinaria".
Los casos de maltrato animal se clasifican inicialmente como delitos menores según esta ordenanza, pero pueden convertirse en delitos graves. Las nuevas reglas entrarán en vigor en el 2024.
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