CIUDAD DE MÉXICO, Mexico — Las autoridades dijeron el jueves que la masacre de 20 habitantes en el sur de México a inicios de octubre parece haber sido obra de un capo de la droga que usó las redes sociales para tratar de culpar a una pandilla rival.
Las revelaciones ilustran cómo los cárteles mexicanos de la droga utilizan cada vez más las redes sociales para atribuir ataques y engañar a las autoridades y al público.
Ricardo Mejía, subsecretario de seguridad pública de México, dijo el jueves que las autoridades allanaron cinco propiedades de los hermanos Hurtado, líderes del cártel la Familia Michoacana. En dicha operación se registraron ranchos, casas de lujo y hallaron una colección de animales salvajes que incluía un tigre, una cebra, antílopes y animales salvajes disecados.
En el ataque del 5 de octubre en el pueblo de Totolapan murieron el alcalde, su padre y otros 18 hombres. En un inicio, se atribuyó el ataque a un grupo criminal casi extinto conocido como los Tequileros, después de que circuló un video. En el video oscuro y sombrío, unos hombres dijeron que llevaron a cabo el ataque y estaban retomando Totolapan.
Los Tequileros aterrorizaron a la ciudad durante mucho tiempo, pero hace años fueron expulsados por un grupo de autodefensas que se cree estaban respaldados por la Familia Michoacana, que domina el área.
Días después, José Alfredo Hurtado, quien dirige la Familia Michoacana junto con su hermano Johnny, publicó un video diciendo que él era el objetivo del tiroteo y que había escapado por poco.
Pero el subsecretario Mejía dijo el jueves que probablemente los mató gente de la misma Familia Michoacana. “Serían, según una línea sólida de investigación, quienes habrían perpetrado la multi ejecución, y que trataron de simular también que se trataba de otro grupo”, indicó el funcionario.
La prensa local ha informado que los hermanos Hurtado posiblemente estaban disgustados porque el alcalde de Totolapan y el grupo de autodefensas que aparentemente encabezaba rechazaron al elegido del grupo criminal para dirigir el pueblo.
Habitantes de algunas localidades en México han organizado grupos comunitarios para defenderse de los grupos criminales y a menudo recurren a cárteles rivales en busca de ayuda. Los cárteles ganan gran parte de su dinero en México extorsionando a agricultores y empresarios locales a cambio de “protección”.