El 31 de julio, el expresidente Donald Trump acusó que la administración Biden tiene una política de frontera abierta durante una sesión de preguntas con periodistas políticos en la Convención de la Asociación Nacional de Periodistas Negros en Chicago.
“Ellos tienen malas políticas. Tienen políticas de fronteras abiertas, increíbles fronteras abiertas,” comentó Trump a la presentadora de Fox News Harris Faulkner, una de las moderadoras de la sesión, en referencia al presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris.
Trump afirmó que “cerraría la frontera” el primer día de ser reelegido, añadiendo que: “Queremos que las personas vengan pero deben venir legalmente.”
Desde el inicio de su gestión, Biden y Harris han enfrentado críticas similares de muchos legisladores republicanos sobre la respuesta de la administración al ingreso de inmigrantes ingresando a los EE.UU. por la frontera sur con México.
LA PREGUNTA
¿La administración Biden tiene una política de frontera abierta?
LAS FUENTES
El Instituto de Información Legal de la Escuela de Derecho de Cornell
Julia Gelatt, directora asociada del Programa de Políticas de Inmigración Estadounidenses del Instituto de Instituto de Políticas de Inmigración
David J. Bier, director de estudios de inmigración en el Cato Institute, un laboratorio de ideas liberales
Rebecca Hamlin, Ph.D., directora del Programa de Estudios Legales y profesora de estudios legales y ciencias políticas en la Universidad de Massachusetts Amherst
LA RESPUESTA
Falso.
No, la administración Biden no tiene una política de fronteras abiertas.
LO QUE ENCONTRAMOS
La administración Biden no tiene una política de fronteras abiertas. Los expertos en estudios de inmigración explican que las “fronteras abiertas” de EE.UU. bajo Biden son un mito que no sólamente es incorrecto sino poco realista.
“El presidente Joe Biden ha enfrentado críticas repetidas de republicanos y algunos demócratas acerca de que sus políticas fronterizas en sumatoria son ‘fronteras abiertas.’ Las críticas no son simplemente incorrectas: Están despegadas de la realidad en una forma que se distingue a sí misma de exageraciones políticas,” señaló David J. Bier, director de estudios de inmigración en el Cato Institute, en 2021.
“La política de inmigración estadounidense, ha cerrado las fronteras efectivamente, y las políticas y metas migratorias de Biden son ampliamente las mismas que aquellas del presidente Donald Trump,” añadió Bier.
Rebecca Hamlin, Ph.D., directora del Programa de Estudios Legales en la Universidad de Massachusetts Amherst, concuerda.
“He estado estudiando políticas migratorias por ahora 20 años, y no había visto tal desajuste entre las acusaciones de un partido y las políticas del otro, las cuales no reflejan esa apertura y son probablemente más estrictas de lo que hemos visto en mucho tiempo,” le comentó Hamlin a Newsweek en 2022.
Bajo leyes federales de inmigración, es ilegal para cualquiera en el mundo el viajar o emigrar a los EE.UU. a menos de que caigan entre excepciones muy estrechas, como trabajadores con talentos especiales o familiares de ciudadanos estadounidenses, según Bier y el American Immigration Council.
Una excepción es la admisión de refugiados o aquellos enfrentando persecución en sus países de origen. Bier explica que el presidente tiene autoridad total bajo la ley para admitir tantos refugiados como desee cada año.
El presidente, en consulta con el Congreso, establece el límite y elige a quien considere “de preocupación” a los EE.UU. Pero en 2021, la administración Biden se quedó corta en cuanto al límite de admisiones de refugiados, admitiendo 11 mil 411 refugiados fuera del límite de admisiones revisadas del presidente de 62 mil 500, el cual fue el número más bajo de refugiados que los EE.UU. ha tenido desde 1980.
Bier afirma que la administración Biden también ha “impuesto restricciones en las aplicaciones de asilo más allá de aquellas requeridas por la ley.” El asilo permite que las personas permanezcan en los EE.UU. en vez de ser deportadas a un país donde enfrentan miedo a ser perseguidos o heridos, explica la agencia de refugiados de las NNUU en su sitio web.
Trump y Biden invocaron el Título 42, una normativa durante la pandemia que la Patrulla Fronteriza utilizó para “expulsar inmediatamente a cualquier individuo intentando entrar a los Estados Unidos en violación a restricciones de viaje.” Las expulsiones del Título 42 iniciaron el 21 de marzo de 2020, y terminaron el 11 de mayo de 2023, cuando la administración Biden finalizó las emergencias nacionales para atender el COVID-19.
En abril de 2023, el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. y el Departamento de Estado de EE.UU. señalaron que el “levantamiento del Título 42 no significa que la frontera está abierta.” A cambio, las agencias aclararon que el fin de la medida significa que el gobierno podría regresar a los procedimientos migratorios delineados en el Título 8.
Bajo el Título 8, las personas que cruzan la frontera ilegalmente están sujetas a consecuencias criminales incluyendo posible deportación, persecución y una prohibición de entrada de 5 años. Estas penalidades no fueron aplicadas bajo el Título 42.
Los cruces fronterizos todavía enfrentaron cifras récord a finales de 2023. Para combatir esta problemática, Biden anunció planes en junio para detener los procesamientos de asilos en la frontera entre México y Estados Unidos cuando las entradas ilegales alcanzaron un marco que parecía excesivo. La medida tuvo efecto inmediatamente porque la política es detonada cuando los arrestos por entradas ilegales alcanzan 2 mil 500, según altos funcionarios de la administración. Cerca de 4 mil personas ya entran a los EE.UU. cada día.
Bajo la medida, los inmigrantes recibirán órdenes de deportación aún cuando se les ha negado una oportunidad de solicitar asilo. Esto podría exponerlos a persecución criminal si lo intentan de nuevo y prohibirles la entrada legal al país por varios años. Esta es una diferencia clave.
Biden señaló que ha contemplado acciones unilaterales por meses luego del colapso de una negociación bipartidista de seguridad fronteriza en el Congreso que muchos republicanos rechazaron en favor de Trump. A cambio, el presidente afirmó estar actuando por su cuenta para “recuperar control de la frontera.”
Los arrestos de migrantes por cruzar la frontera ilegalmente en la frontera sur cayeron en un 30% en julio, un nuevo mínimo para la presidencia de Biden, según oficiales federales, aumentando que los prospectos de un levantamiento temporal en los asilos sucedan pronto.
VERIFY encontró que no es posible que Biden o cualquier otro presidente cierre completamente la frontera, con una orden ejecutiva o algo parecido, porque al hacerlo, se violarían leyes federales existentes.
El presidente puede, sin embargo, emitir una orden ejecutiva para restringir que ciertos grupos entren a los EE.UU., como Trump y otros han hecho en el pasado.
Julia Gelatt, directora asociada del Programa de Políticas de Inmigración Estadounidenses del Instituto de Instituto de Políticas de Inmigración, nos explicó en marzo que la idea de una frontera completamente cerrada no es realista.
“Yo creo que las personas imaginan que la frontera podría cerrarse completamente – que nadie podría entrar a menos que tenga una visa legal y a través de un punto de entrada legal. En realidad, esto no es posible,” añadió la especialista.
The Associated Press contribuyó con este reporte.
Versión original en inglés:No, the Biden administration does not have an open-border policy