La inflación ha disminuído en los Estados Unidos, pero los estadounidenses están pagando 25% más por sus alimentos de lo que costaban antes del inicio de la pandemia del COVID-19 en 2020, según datos del gobierno.
Múltiples legisladores republicanos y otros en redes sociales señalan que el presidente Joe Biden y sus políticas económicas son responsables por el aumento de los precios de la comida.
La lectora de VERIFY Stephanie nos envió un correo electrónico preguntándonos si el presidente controla los precios de los víveres.
LA PREGUNTA
¿El presidente controla el precio de los alimentos?
LAS FUENTES
El Servicio de Investigación Económica del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA ERS)
David Ortega, Ph.D., economista de alimentos y profesor asociado en el Departamento de Economía de Recursos de Agricultura y Alimentos en la Universidad del Estado de Michigan
Steve Reed, economista en la Dirección de Estadísticas Laborales de EE.UU.
Leslie Sarasin, presidenta and CEO of FMI, La Asociación de Industrias de Alimentos
Laura Strange, jefa de comunicaciones y participación en la Asociación Nacional de Comerciantes
LA RESPUESTA
Falso.
No, el presidente no controla el precio de los alimentos.
LO QUE ENCONTRAMOS
El presidente no controla los precios de los víveres y alimentos en los EE.UU. En cambio, “los precios generalmente son establecidos por los vendedores, y el cambio en precios típicamente viene de fuerzas del mercado,” explica Steve Reed, economista con la Dirección de Estadísticas Laborales de EE.UU. Las fuerzas de mercado son factores económicos que tienen influencia en el precio y cantidad de bienes y servicios, manejando la oferta y demanda en un mercado.
“No existe control directo del precio de la comida por parte del presidente o cualquier rama del gobierno,” nos aclaró Reed.
David Ortega, economista de alimentos y profesor asociado en la Universidad del Estado de Washington, concuerda.
“El presidente no tiene control sobre los precios de la comida,” señala Ortega. “Los precios de los alimentos son afectados por impulsos externos. Mucho de ello es causado por fuerzas del mercado.”
Un reporte sobre precios de alimentos de marzo de 2023 publicado por la Oficina de Responsabilidad del Gobierno de EE.UU. (GAO), descubrió que no sólo una sino múltiples fuerzas del mercado pueden afectar el precio comercial de los alimentos. Algunos de los factores más recientes incluyen a la pandemia del COVID-19, el conflicto Rusia-Ucrania, conflictos de comercio global, eventos climáticos y calentamiento global, así como enfermedades de plantas y animales, tales como el reciente brote de la gripe aviar, la cual “fue parcialmente responsable de los aumentos significativos que vimos en el precio de los huevos,” apunta Ortega.
“El COVID-19 ocasionó interrupciones a lo largo de la cadena de suministro de alimentos. Como los hogares estadounidenses se apartaron de las comidas de servicio completo en restaurantes, compraron más alimentos en supermercados. Se suscitaron retrasos de producción en plantas de procesamiento de carnes cuando los trabajadores se enfermaron y las plantas cerraron. De forma similar, el transporte de alimentos se agudizó cuando se enfermaron los conductores de camiones,” escribió la GAO en una publicación de su blog en abril de 2023.
“La guerra en Ucrania también interrumpió el suministro global de bienes agropecuarios—tales como el trigo, maíz, aceite de girasol y fertilizante. Esta reducción en suministros, a la par de una sequía en EE.UU. ocasionó que los consumidores estadounidenses observaran aumentos en los precios del trigo,” añadió la GAO.
En febrero de 2024, Groundwork Collaborative, una organización creativa y de apoyo progresista con base en Washington, D.C., publicó un reporte titulado “Lo Que Está Tras el Aumento de Los Precios de los Alimentos – y Lo Que El Gobierno Puede Hacer al Respecto.”
Similar al reporte de la GAO, Groundwork Collaborative descubrió que los precios de los alimentos han aumentado más rápido que la tasa de inflación desde la llegada de la pandemia del COVID-19 debido a un cúmulo de factores, incluyendo impactos de suministros relacionados con el clima, interrupciones de la cadena de suministro, impactando frutas cítricas y producción de azúcar y ganancias corporativas en las industrias de carnes, bebidas y comidas tipo snack.
Mientras que el presidente no tiene control directo sobre los precios de los alimentos, Ortega, Reed y el GAO todos han dicho que ciertas políticas gubernamentales pueden influenciar directamente las fuerzas de mercado que afectan los precios.
Un ejemplo reciente de política de gobierno que podría haber influenciado los precios de los alimentos fueron los pagos de impacto económico o cheques de estímulo enviados a millones de estadounidenses durante la pandemia del COVID-19, según Reed.
“El envío de cheques a personas, aumenta la cantidad de dinero desechable que tienen, entonces tienden a comprar más cosas; lo cual aumenta la demanda, lo cual podría haber causado presión en los precios,” explicó Reed.
La administración Biden ha estado pidiendo a las corporaciones y cadenas de supermercados reducir los costos para los consumidores estadounidenses por meses.
“Existen aún muchas corporaciones en Estados Unidos estafando a la gente: especulación de precios, tarifas basura, inflación oportunista o por escasez. Pero bueno, esto va a acabar,” señaló Biden en la cena South Carolina’s First in the Nation en enero. “Estadounidenses, estamos cansados de que los tramposos nos hagan trampa. Y por ellos vamos a presionarlos para que bajen los precios.”
VERIFY contactó a FMI, La Asociación de Industrias de Alimentos, un grupo nacional de comercio que representa supermercados como Albertsons y Kroger, dos de las mayores cadenas en los EE.UU.
En un comunicado, Leslie Sarasin, presidenta y CEO de FMI, nos dijo que “ninguna persona o entidad es responsable por la infinidad de factores inflacionarios que han aumentado los precios.” La ejecutiva enumeró los costos persistentemente elevados de la mano de obra, las siempre-crecientes tarifas de intercambio por pagos con tarjetas de crédito y desafíos contínuos de cadenas de suministros como factores que afectan los precios.
Los supermercados independientes están enfrentando retos similares, según Laura Strange, portavoz de la Asociación Nacional de Comerciales, una asociación nacional comercial que representa supermercados independientes al mayor y detal en los EE.UU.
“Como hemos visto a lo largo de la economía, los aumentos de los precios están causados por una tormenta perfecta de factores, incluyendo inflación, costos de producción en aumento ocasionados por presiones de la cadena de suministros, una escasez de trabajo nacional, y aumentos en costos de gastos como energía e ingredientes de materia prima,” Strange explicó en un correo electrónico.
Tanto Ortega como Groundwork Collective aseguran que existen medidas adicionales que el gobierno pudiese implementar para reducir el riesgo de futuros aumentos de precios en los víveres.
En su reporte reciente, Groundwork Collective motivó al gobierno a cuestionar cuidadosamente las fusiones anticompetitivas a lo largo de la cadena de suministros de alimentos, finalizar regulaciones para promover la competencia en la industria de empaquetado de carnes y restaurar e implementar expansiones de asistencia de alimentos, como el Programa Suplementario de Asistencia de Nutrición (SNAP), anteriormente conocido como cupones de alimentos, de forma permanente.
“Tenemos que realmente resolver los factores elementales que están contribuyendo a los aumentos de precio de los alimentos. Sólamente denunciando a los comercios o empresas de alimentos no logrará mucho y eso es porque sus fuerzas de mercado están tras estos aumentos en sí,” advierte Ortega. “Ahora, no va hacer daño a la situación pero al final, eso no va a responsabilizarse por la disminución de los precios.”
Los consumidores han estado poniendo resistencia contra los precios altos de los alimentos cambiándose de marcas reconocidas a artículos de la marca del supermercado, comprando en tiendas de descuentos o simplemente comprando menos artículos. Esta resistencia del consumidor ha causado que empresas grandes de alimentos, como PepsiCo, respondan mediante el retraso del aumento de sus precios desde los picos vistos en los últimos tres años. Sin embargo, esto no quiere decir que los precios de los alimentos regresarán a lo que eran hace algunos años.
The Associated Press contribuyó con este reporte.
Versión original en inglés: No, the president does not control grocery prices