ARIZONA, USA — Los funcionarios de salud estatales han elaborado un plan de cómo los trabajadores de la salud implementarán las vacunas para el COVID-19 a los arizonenses después de que sea aprobado por la FDA.
El plan representa un esfuerzo colosal para vacunar a más de siete millones de arizonenses en varias fases.
El informe preliminar de 55 páginas está sujeto a revisiones. Detalla cómo los fabricantes de vacunas distribuirían las vacunas en tres lugares de Arizona: Departamentos de salud del Condado, reservas Tribales y un tercer grupo de “lugares pre designados” que incluyen farmacias.
Luego, esas entidades administrarían las vacunas a las “poblaciones prioritarias” primero, según la disponibilidad de la vacuna.
Por ejemplo, al personal de atención médica, los trabajadores de las salas de emergencias y los farmacéuticos se incluyen actualmente en la parte superior de la lista de población prioritaria, categorizada en la “Fase 1a”.
La “Fase 1b” incluye maestros y personal escolar, proveedores de cuidado infantil, personas mayores, personas con afecciones médicas subyacentes, residentes de hogares de ancianos y trabajadores de la industria alimenticia minorista.
La “Fase 2” incluye a los presos, las personas sin hogar, los estudiantes universitarios y las personas de grupos minoritarios raciales y étnicos, que son más vulnerables a enfermedades graves y la muerte.
“Nuestros funcionarios de salud estatales pueden haber acertado en cuanto a cuál debería ser la asignación adecuada de las dosis limitadas iniciales”, dijo James Hodge, director del Centro de Leyes y Políticas de Salud Pública de la facultad de derecho de ASU.
Hodge revisó el borrador del informe y dijo que un área que puede estar sujeta a cambios es la colocación de trabajadores de la industria alimenticia minorista en la primera fase. No es recomendado por la Academia Nacional de Medicina.
“Todo lo que puedo decirles es a nivel nacional, en lo que respecta a lo que pensamos éticamente con respecto a la asignación adecuada, los trabajadores esenciales y las industrias alimenticias no subieron al nivel del nivel uno en ese sentido”, dijo Hodge.
El portavoz del Departamento de Servicios de Salud de Arizona, Steve Elliott, dijo en un comunicado a 12 News que los trabajadores de la industria minorista de alimentos se identifican como esenciales según la orden ejecutiva actual del gobernador, pero agregó que la futura orientación federal puede resultar en cambios en la lista de prioridades.
“La hoja de trabajo se completará para reflejar estas recomendaciones con los grupos de priorización apropiados y sus poblaciones estimadas”, dijo Elliott.
En comparación con la vacuna contra la gripe H1N1, la administración de la vacuna COVID-19 requerirá una logística, un seguimiento y una mano de obra considerablemente mayores, dijo Hodge. Eso es porque probablemente tendrá que administrarse en dos dosis con al menos tres semanas de diferencia para que sea eficaz.
“Es por eso que los CDC exigen que Arizona y nuestro Departamento de salud estatal realmente establezcan cómo controlarán esa segunda dosis, si es necesario. Eso es un factor importante”, dijo Hodge.
Según el borrador del plan, la operación la está llevando a cabo la Oficina del Programa de Inmunización de Arizona, que consta de 30 empleados de tiempo completo responsables de implementar todos los aspectos de las vacunas para niños y adultos.
En todo el estado, el Grupo de trabajo sobre vacunas también brindará apoyo y orientación. Está compuesto por dos docenas de organizaciones, incluidas la Guardia Nacional de Arizona, la Asociación de Hospitales de Arizona y la Universidad Estatal de Arizona.
No es probable que se apruebe una vacuna para su uso generalizado hasta al menos principios o mediados de 2021, dijo Hodge.
